II.7 Ergavica, Erguti = ¿Berbinzana?                                                        (pp. 51-52)
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Entramos ya en el quinto y último sector de los que he propuesto previamente para el análisis del texto de Ptolomeo, que da Ergaouia, sin duda por Ergavica. K. Müller, frente a la opinión de E. Hüb­ner, ya defendió que existían dos ciudades de nombre Ergavica, una celtibera y otra vascona (Tovar, 1989: C‑476). La primera debe ser la más célebre y a la que se refiere Plinio, entre los pueblos de derecho latino viejo (III, 3, 24), hoy en la provincia de Cuenca; la segunda sería vascona y es la misma que el Ravenate llama Erguti. Para ésta se han propuesto, muy disparmente, los lugares de Milagro (NA), Albarracín (TE), Huerta‑Bellida (CU), al sur de Cascante (Peréx, 1986: 149) y el despoblado de Yerga, «donde antes estuvo el monasterio de Fitero» (LO.) (J. de Moret).

© Manuel Sagastibelza
El río Arga a su paso por Berbinzana.

El caso de Ergavica/Erguti era uno de los indicios para sospechar de la errónea coordenación de este quinto grupo de ciudades y justificar su traslado, como he propuesto, a la zona derecha u oriental de la rejilla de Ptolomeo: Esta ciudad no podría estar nunca al sur de Cásconton, como tanto se ha repetido, por dos razones en contra: Porque el Ravenate la da al N del Ebro y porque tanto Ségia como Alauóna sabemos dónde están en realidad. Según Ptolomeo, la posición de Ergavia (o mejor Ergavica: Plinio III, 3, 24) debe ser, por una parte, al NO de Segia/Ejea y de Alauóna/Alagón, dos ubicaciones seguras: y, por otra ‑y en esto comparto la intuición de K. Müller‑ en relación con los ríos Arga o Ega, mejor el primero. Y debe estar, además, al norte de Gracuse. Si no fuera por estas dos condiciones ‑el río y el dato del Ravenate‑, con gusto habría preferido, por pura lógica, colocar Ergavica en la zona de las Cinco Villas (porque cinco son también las ciudades de este sector), y más concretamente en Arguedas, más próxima y donde la ubicación ptolemaica se cumple perfectamente, además de existir restos arqueológicos (Etayo, 1926; Taracena‑Vázquez, 1943). Pero es el tener que ubicar Ergavica al N de Alfaro, a tenor del Ravenate, que seguramente remonta la calzada del río Arga, lo que me lo impide. Así, en la zona del Arga nos queda efectivamente un punto miliario, el de Berbinzana, que está además a orillas del río. La toponimia no proporciona ningún apoyo, puesto que su nombre actual parece árabe (Berbençana en el siglo XII, v. Corona, 1947: 31). Está, además, sobre el posible ramal desde Santacara a Estella, al N de Alfaro y al NO de Segia y Alauona. El nombre quizá significara «en la vía, junto al Arga» (Ergaouia en los msc. ptolemaicos) o, mejor «el vicus del Arga», si nos atenemos a Plinio para el nombre de la homónima ciudad conquense. Puede verse una prueba suplementaria de esto en el siguiente topónimo.

Ésta última, propuesta por Moret debido «a la similitud del nombre», me parece inviable porque está al O de Corella y al S de Alfaro, lo que contradice a la vez tanto al Ravenate como a Ptolomeo.

Conviene recordar que estos dos autores se pronuncian (p. 132), y enérgicamente, en contra de que Arguedas haya podido ser nunca mansio de ninguna vía, porque niegan en redondo un trazado Santacara‑Tudela por la margen izquier­da del Ebro y a través de las Bárdenas, en contra de la opinión de J. Altadill (pero cf. infra sub nº 14).